martes, 3 de septiembre de 2013

REFORMA FINANCIERA, OBSTÁCULO PARA OTRAS INICIATIVAS.






Las condiciones en México no son las recomendables para una reforma fiscal tan agresiva que incremente en más de dos puntos porcentuales la recaudación, pues ello influiría en la economía del país, expuso Barclay’s.

De acuerdo con el economista en Jefe para México del banco de inversiones, Marco Oviedo, consideró que ante la actual situación de la economía mexicana, una reforma profunda llegaría en mal momento para el gobierno.
No será inercial pero tampoco será una reforma fiscal ambiciosa porque pondría en riesgo la discusión política de otras reformas y la actividad económica del país, sostuvo en conferencia de prensa.

"Si se decide proponer algo mucho más agresivo como un IVA en alimentos al 16%, elevar tasas de ISR, eliminar los subsidios, algo que capte entre 2.5 y 3.0% PIB- el riesgo de que la economía no se recupere, incluso, caiga en recesión, es alto", dijo el especialista.
No obstante, opinó que la iniciativa, que será presentada el próximo 8 de septiembre, puede contener cambios importantes, como es un régimen fiscal de Pemex, mejoras sobre el Impuesto Sobre la Renta (ISR), eliminación de algunos subsidios como el de la gasolina, una reorganización del gasto y mayor gasto en infraestructura.

Afirmó que la primera percepción de un aumento al Impuesto al Valor Agregado (IVA) es que pagan más quienes menos tienen y que éstos tendrían una mayor carga más importante, cuando en el mediano plazo es el gravamen más eficiente porque no distorsiona las decisiones de inversión y ayuda al crecimiento.


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